¿Por qué deberíamos evitar el término tisiólogo?
Vázquez-García, Juan Carlos1
RESUMEN
PALABRAS CLAVE
.El 15 de marzo de 1939, reunidos en el Sanatorio para Enfermos de Tuberculosis de Huipulco, hoy Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas, INER, un grupo de 27 médicos encabezados por los doctores Donato G Alarcón e Ismael Cosío Villegas fundaron la Sociedad Mexicana de Estudios sobre la Tuberculosis y Enfermedades del Aparato Respiratorio, donde también el Dr. Alarcón es designado su primer presidente.1 El 4 de mayo de 1939, en reunión reglamentaria de la Sociedad, se aprueba la creación de una revista como su órgano oficial. El 5 de octubre del mismo año, el Dr. Alarcón, quien funge como el primer editor, presenta oficialmente el primer número de la Revista Mexicana de Tuberculosis y Enfermedades del Aparato Respiratorio, que cubría el período de julio y agosto del mismo año. La revista se publica de forma bimensual hasta fines de 1961 y en el primer número de 1962 ya aparece con su nombre actual: Neumología y Cirugía de Tórax. En ese mismo año, la Asamblea General de nuestra Sociedad aprueba cambiar su denominación a la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax (SMNyCT). Desde el primer número de 2010, la revista acoge sus siglas, NCT, como su principal identidad; en ese mismo año, se fusionó con la Revista del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.
La creación de nuestra Sociedad y de su órgano oficial en 1939 cierra una intensa década que significó el nacimiento y conformación de la medicina respiratoria en México. Apenas 10 años antes, en 1929, el Dr. Ismael Cosío Villegas, con tan sólo 26 años, fue el primer médico quien por decisión propia organiza la atención de los enfermos de tuberculosis internados en tres pabellones del Hospital General de México.2 En ese mismo año, el Dr. Cosío encabeza la primera campaña federal de lucha contra tuberculosis y junto con el arquitecto José Villagrán García, planean el proyecto del primer sanatorio para enfermos de tuberculosis que diera origen al Sanatorio de Huipulco. En 1932, el Dr. Alarcón gana la beca Guggenheim y viaja a Nueva York, Estados Unidos, para entrenarse en tuberculosis en sus ya muy bien establecidos sanatorios. A su regreso, el Dr. Alarcón se hace cargo del proyecto de Huipulco en 1935, mismo que se inaugura el 31 de diciembre de ese año y él es designado su primer director.3 El Sanatorio recibió sus primeros pacientes el 16 de marzo de 1936, fecha en que conmemora su aniversario, por lo que por estos mismos días cumplirá 88 años de servicio. Para cuando se fundan nuestra Sociedad y su revista, la atención de los enfermos de tuberculosis no sólo se había profesionalizado médicamente en los pabellones del Hospital General y del Sanatorio de Huipulco, también el nivel de la medicina respiratoria que se ejercía ya era de calidad internacional y la comunidad de especialistas era mucho más numerosa; ya destacan otras personalidades, como los doctores Alejandro Celis, Miguel Jiménez, Fernando Rébora Gutiérrez, Octavio Bandala y Ricardo Tapia Acuña, entre otros.1
Este suplemento especial de nuestra revista: "De la tuberculosis a la medicina respiratoria del siglo XXI en México", conmemora los primeros 85 años de la SMNyCT y de su órgano oficial, NCT. El contenido está compuesto por 25 artículos, brillantemente escritos por expertos de la medicina respiratoria contemporánea de nuestro país y destacados miembros de nuestra Sociedad, incluyendo la mayoría de sus expresidentes. En sus aportaciones, los autores analizan y comentan uno o más artículos especiales publicados en la Revista Mexicana de Tuberculosis y Enfermedades del Aparato Respiratorio (1939-1961). A través de este suplemento, las y los lectores podrán comprobar de forma directa, las mayores aportaciones de la medicina respiratoria en sus primeras décadas de existencia en México, así como su evolución hasta nuestros días. Destacan grandes contribuciones de profesionales y profesores líderes de algunas de las mejores universidades e instituciones de Estados Unidos, de América Latina e incluso de Europa. Sin duda, es un interesante recorrido histórico y científico sobre cómo se sentaron las bases que forjaron nuestras especialidades y la medicina respiratoria de alta especialidad contemporánea.
En México y en el mundo, el origen de la medicina respiratoria se sienta en la atención de los enfermos de tuberculosis; tradicionalmente, al remontarnos a esta etapa original, solemos referirnos como la época de la tuberculosis o de la tisiología y, por lo tanto, de los tisiólogos. El Diccionario Histórico de la Lengua Española (Real Academia Española) describe que la palabra tisiología fue tomada del francés phtisiologie, que hace referencia al estudio científico de la tuberculosis y reconocida en esta lengua desde 1715; etimológicamente formada con los temas phtisio (tuberculosis) y logie (ciencia). Originalmente documentada con la acepción "parte de la medicina que estudia la tisis o tuberculosis", en el artículo de B. Onofre Trill titulado "Comisión de Tisiología". El Pabellón Médico, Madrid. 1868.4 Es así que, a los médicos dedicados a la atención de la tuberculosis en esta época, se les reconoció como tisiólogos. Al revisar la literatura médica respiratoria vertida en esta primera generación de NCT, pronto se corrobora, al igual que en todo el mundo que, si bien el quehacer científico y clínico estuvo dominado por la tuberculosis, también es evidente una gran diversidad en la medicina respiratoria que se ejercía. Esta primera época de NCT, de poco más de 20 años, es prueba fehaciente de cómo desde sus inicios la medicina respiratoria abordó aspectos avanzados de cirugía torácica compleja, abierta y toracoscópica, cirugía compleja experimental e intervencionismo broncoscópico y radiológico avanzado, así como la atención de la mayoría de las enfermedades respiratorias vigentes hasta nuestros días, como: cáncer pulmonar, neumonías y absceso pulmonar, enfisema, enfermedades pulmonares ocupacionales (silicosis), cor pulmonar, tabaquismo y enfermedades fibrosantes del pulmón; y los inicios de la medicina de rehabilitación respiratoria y de neumología pediátrica, que también tienen su origen en la atención de la tuberculosis. Por lo anterior, referirnos a esta brillante generación de grandes médicos humanistas, científicos y clínicos, capaces de grandes innovaciones y gran creatividad, sólo como tisiólogos, puede resultar reduccionista. Esta gran generación de especialistas no sólo fue capaz de hacer frente a la tuberculosis como la principal epidemia de su época; además de la atención médica directa y de su control sanitario en las comunidades, paralelamente, atendieron y estudiaron de forma destacada la gran diversidad de enfermedades que caracteriza a la medicina respiratoria. Sin duda, el principal homenaje y reconocimiento que merecen todos estos maestros y grandes médicos es reconocerlos como los padres y forjadores de la medicina respiratoria, así como de nuestras especialidades, la neumología y la cirugía de tórax.
Al acercarse a su primer siglo de existencia, la medicina respiratoria de nuestro país sigue haciendo frente a grandes epidemias y grandes desafíos, como ha sido y seguirá siendo la atención de la tuberculosis, el tabaquismo, las enfermedades neoplásicas y crónico generativas, como el asma, la EPOC y la apnea del sueño, así como la epidemia de VIH/SIDA y las primeras pandemias del siglo XXI, la de influenza A en 2009 y la todavía muy reciente de COVID-19. Sin duda, todas y todos los especialistas de la medicina respiratoria somos distinguidos herederos de una gran escuela y clase profesional. En cada uno de nosotros está el compromiso de continuar con esta gran tradición médica, científica y humanista, el mejor de los homenajes a todas y todos los maestros que nos precedieron.
Enhorabuena a la SMNyCT y a NCT por su gran historia y por sus primeros 85 años.
AFILIACIONES
1Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas. Ciudad de México, México.Agradecimientos:
El Editor en Jefe y el Consejo Editorial de Neumología y Cirugía de Tórax agradece la colaboración y participación para la edición y producción del suplemento conmemorativo a:
1. Proceso editorial: Irene Sánchez Cuahutitla; V. Beatriz Ayala Robles.
2. Restauración fotográfica: Diana Beatriz Campos Puebla.
3. Diseño de portada: Emma Samantha González Benítez.
4. Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax.
5. Medigraphic por la excelente colaboración para llevar a buen término esta obra.
REFERENCIAS