Muertes de origen respiratorio en México en 2021
Pérez-Padilla, José Rogelio1
RESUMEN
PALABRAS CLAVE
ICD-10, enfermedades del tracto respiratorio, mortalidad.Introducción
Las enfermedades respiratorias son causa primordial de mortalidad y morbilidad en el mundo,1 mucho más notable una vez que se suman las causas agudas y crónicas, así como las infecciosas y las no infecciosas. Este hecho puede intuirse al observar que, en el ámbito mundial, varias enfermedades respiratorias aparecen en las primeras 10 causas de enfermedad y muerte, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es la tercera causa de muerte.2
En la actual clasificación internacional de enfermedades (CIE-10 o ICD-10 por sus siglas en inglés) las principales enfermedades respiratorias agudas y crónicas de todo el tracto respiratorio y del tórax se encuentran en el apartado "J";3 sin embargo, muchas otras se clasifican en otros apartados.2 El objetivo del presente trabajo, una actualización del realizado en 2015,4 es describir las principales causas de muerte respiratoria en México en 2021 y compararlas con las de 2015. Es importante esta descripción, ya que las causas de origen respiratorio están dispersas por varios capítulos de la CIE-10, y en el ámbito nacional e internacional se observa una subestimación de la importancia de las enfermedades respiratorias que puede disminuir la conciencia sobre ellas en general y en especial sobre las enfermedades crónicas, esto a su vez puede conducir a una escasa asignación de presupuesto y una pobre atención a los pacientes, además de una afluencia disminuida de personas interesadas en entrenarse en las enfermedades respiratorias cuando menos en algunos países, que pueden estar deficitarios en personal calificado para atenderlas.
Material y métodos
Para el presente trabajo se analizaron las estadísticas de mortalidad de México en 2021, codificadas con la décima edición de la clasificación internacional de enfermedades (CIE-10).3 Las del año 2015 se tomaron de la página de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que son las estadísticas que cada país reporta y fueron motivo de un reporte previo.4 Como la CIE-10 incorpora en sus últimas versiones miles de códigos diagnósticos y de procedimientos, utilizamos el software de clasificación clínica (clinical classification software [CCS]) que reduce los códigos diagnósticos a 285 mutuamente excluyentes (Tabla 1)5 y adicionalmente de acuerdo al esquema de Becker y colaboradores6 que las reduce a menos de 100, con el fin de describir de manera estandarizada las principales causas de muerte certificadas que incluyen una causa clasificable. Posteriormente se agruparon todas las causas de muerte de origen respiratorio clasificadas dentro de cualquier capítulo de la CIE-10,2 incluyendo aquellas dentro y fuera del grupo respiratorio "J".
Resultados
En la Tabla 1 se muestran las muertes respiratorias codificadas fuera del grupo J (25,210) y aquéllas dentro del grupo J (54,173), para un total de 79,383 muertes de origen respiratorio en 2015, de las cuales aproximadamente la tercera parte se clasificó fuera del apartado J. En 2021 las muertes respiratorias sumaron 349,491 (31% del total). Estos totales agrupados están calculados de la misma forma, sumando causas dispersas en diferentes capítulos de la clasificación y, por lo tanto, tienen códigos superpuestos. Por ejemplo, los cánceres respiratorios aparecen en el total de muertes respiratorias y en el total de muertes por cáncer, y las enfermedades vasculares pulmonares aparecen tanto en las respiratorias como en las cardiovasculares. En la Tabla 2 se describen las principales causas de muerte en México de acuerdo al software de clasificación clínica (clinical classification software [CCS])5 con agrupaciones mutuamente excluyentes.
Discusión
Los resultados descritos resaltan la importancia en México de las enfermedades respiratorias,1 mucho más notable en 2021 por la pandemia de COVID-19, una enfermedad primordialmente respiratoria. Sin dejar de reconocer que el SARS-CoV-2 genera complicaciones multisistémicas especialmente en el llamado COVID prolongado, la principal causa de muerte es la falla respiratoria. Además, se describen los padecimientos respiratorios, frecuentes y no, que ocasionaron muertes certificadas en México. Esta información es importante para la planeación de servicios y de entrenamiento de expertos en enfermedades respiratorias. Salvo por el COVID-19, la distribución en 2015 y 2021 es similar con excepción de algunos códigos que se incrementaron en 2021 substancialmente comparados con 2015, pero que pueden estar contaminados de la pandemia de COVID-19 como influenza y neumonía, falla respiratoria, y el síndrome de insuficiencia respiratoria aguda (SIRA) (Tabla 1).
Llaman la atención varios grupos de enfermedades que se requeriría reforzar en los programas asistenciales y de entrenamiento de adultos y niños. En los de adultos son notables el cor pulmonale, la hipertensión arterial pulmonar, las enfermedades de la vasculatura pulmonar y el síndrome de obesidad hipoventilación y apnea del sueño, que ya causa morbilidad importante y está en crecimiento proporcional a la obesidad. También resaltan los tumores de tórax, benignos y malignos, las complicaciones respiratorias del VIH y la falla respiratoria aguda y crónica. Pero sin duda, la EPOC, las neumonías y la influenza ocasionan la mayor parte de muertes respiratorias.
En general, las enfermedades respiratorias, especialmente las crónicas, están subdiagnosticadas y subtratadas, mientras se puede demostrar un creciente incremento en los factores causales de las mismas: tabaquismo, exposición al aire contaminado, hacinamiento, supervivencia de niños prematuros con displasia broncopulmonar, envejecimiento poblacional y persistencia de otros factores como la pobreza, el uso de combustibles sólidos y el limitado acceso a servicios de salud.
Los factores determinantes de la minimización de las enfermedades respiratorias son sin duda varios, e incluyen la eficiente gestión de grupos interesados en otras enfermedades, lo cual puede contribuir a la forma heterogénea de clasificar las muertes, ya que unos códigos son derivados de la etiología, mientras otros se basan en los mecanismos fisiopatológicos, y otros son clasificados por órgano o sistema afectado.
Esta forma heterogénea de clasificar debilita la posición de especialistas enfocados a un aparato o sistema, como el respiratorio, cuyas causas de muerte están disgregados en varios apartados de la CIE-10.2 Por ejemplo, los problemas respiratorios perinatales y los relacionados con el embarazo, parto y puerperio se clasifican aparte del grupo J, lo que ayuda a resaltar el importante riesgo a la salud que representa el fenómeno reproductivo sobre todo en algunas regiones. Lo mismo sucede con las complicaciones respiratorias de enfermedades reumáticas y con las de agentes externos.
Sin embargo, esta estrategia se hace a expensas de diluir la relevancia del aparato respiratorio como órgano de choque y en un sistema de salud en el que se compite por recursos limitados y fijos, ya sea económicos o humanos, puede resultar desventajoso para la adecuada atención de las enfermedades respiratorias, especialmente las que carecen de agentes etiológicos bien definidos, o cuando éstos son múltiples, así como para tener personal entrenado en estas enfermedades. No deja de ser contradictorio desde el punto de vista histórico para la especialidad respiratoria que la tuberculosis, origen de la neumología, se clasifique fuera del grupo respiratorio y dentro de las enfermedades infecciosas, correctísimo por agente etiológico, pero excluida del grupo respiratorio. Desde un punto de vista práctico, la clasificación por etiología, y no por órgano o sistema, o por función alterada, o como ocurrió originalmente, por síntomas o síndrome, es la más reciente y avanzada, y permite identificar las medidas preventivas. Sin embargo, tenemos ejemplos donde teniendo un agente etiológico, como el tabaquismo, con múltiples consecuencias y órganos dañados, se mantiene un grupo basado en una alteración funcional relativamente inespecífica, como la obstrucción crónica al paso del aire, que de inmediato llama a la intervención con broncodilatadores, pero no con medidas para dejar de fumar, la causa principal en casi todo el mundo.
Los datos mostrados tienen conocidas limitaciones, ya que se basan en los certificados de defunción7 y en utilizar, en general, sólo una causa de muerte y no varias descritas en el certificado.8-10 Cuando se utilizan múltiples causas de fallecimiento, se espera un incremento aún mayor de la contribución de las enfermedades respiratorias que la descrita en el presente trabajo utilizando sólo una.10-12 Pero resultados similares se obtienen de estimaciones ampliamente utilizadas basadas en modelos de enfermedad y factores de riesgo, como las del Global Burden of Diseases1 información con la cual se hizo un análisis de la situación de la salud en México.13
Conclusiones
Además de la mortalidad, es importante considerar otros indicadores en salud, como la enfermedad en sí, la incapacidad y la utilización de servicios de salud que sin duda contribuyen a la carga de enfermedad en un país. Dentro de las enfermedades respiratorias el asma y varias enfermedades de la vía aérea superior generan una carga considerable de incapacidad y servicios de atención, pero por otro lado el impacto en muertes es limitado, aunque relevante ya que se consideran muertes prevenibles (Tabla 1).
AFILIACIONES
1Instituto Nacional de Enfermedades Respiratoria Ismael Cosío Villegas. Ciudad de México, México.Conflicto de intereses: el autor declara no tener conflicto de intereses.
REFERENCIAS
Soriano JB, Kendrick PJ, Paulson KR, Gupta V, Abrams EM, et al.; GBD Chronic Respiratory Disease Collaborators. Prevalence and attributable health burden of chronic respiratory diseases, 1990-2017: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2017. Lancet Respir Med. 2020;8(6):585-596. doi: 10.1016/s2213-2600(20)30105-3.
Tabla 1: Muertes respiratorias dentro y fuera de los códigos «J» de la CIE-2015 y 2021. |
||
Muertes por trastorno respiratorio |
2015 |
2021 |
COVID-19 |
– |
238,677 |
EPOC, enfisema, BC (J41-44) |
23,851 |
21,212 |
Influenza y neumonía (J10-18) |
18,458 |
54,596 |
Tumores malignos de tórax (C30-40) |
7,825 |
7,678 |
Hipoxia neonatal, aspiración, neumonía neonatal |
6,817 |
4,840 |
Ahogamiento |
4,949 |
3,778 |
Enfermedad pulmonar intersticial* (J45-46) |
3,181 |
3,962 |
Otras enfermedades respiratorias (J98) |
2,768 |
1,885 |
Cor pulmonale, tromboembolia, HAP (I26-28) |
2,108 |
2,464 |
Tb y complicaciones (A15, A16, A19, B90.9) |
1,983 |
2,133 |
Asma (J45-46) |
1,296 |
1,426 |
IRA baja NE (J22) |
743 |
405 |
VIH y P. jirovecii o con neumonía |
697 |
747 |
Edema pulmonar (J81) |
657 |
664 |
Daño pulmonar por agentes externos (J68-70) |
645 |
710 |
Falla respiratoria (J96) |
550 |
909 |
Derrame, neumotórax, y enfermedades pleurales (J90-94) |
524 |
779 |
Supuración pulmonar o pleural (J85-86) |
394 |
504 |
Bronquitis aguda (J20) |
376 |
252 |
Malformaciones congénitas respiratorias |
294 |
184 |
Bronquitis no especificada (J40) |
208 |
69 |
SIRA (J80) |
164 |
882 |
Fibrosis quística pulmonar |
144 |
169 |
IRA superior (J0-6) |
136 |
87 |
Enfermedades de la nariz, senos paranasales, garganta, laringe (J30-39) |
135 |
144 |
Bronquiolitis aguda (J21) |
87 |
35 |
Embolia aérea o grasa, traumática o de otra causa |
72 |
55 |
Síndrome de obesidad-hipoventilación (E66.2) |
62 |
49 |
Tumores torácicos mal especificados (C76.1) |
54 |
37 |
Apnea del sueño (G47.3) |
43 |
71 |
Problemas de oídos y mastoides |
38 |
34 |
Tosferina |
36 |
19 |
Tumores benignos de tórax (D14, 15, 19) |
26 |
5 |
Aspergilosis pulmonar |
15 |
28 |
Deformidades del tórax congénitas y adquiridas |
14 |
7 |
Coccidioidomicosis pulmonar |
8 |
10 |
Candidiasis pulmonar |
8 |
13 |
Histoplasmosis pulmonar |
5 |
12 |
Pneumocistosis |
4 |
10 |
Zigomicosis pulmonar |
0 |
4 |
CIE = clasificación internacional de enfermedades. EPOC = enfermedad pulmonar obstructiva crónica. BC = bronquitis crónica. IRA = infección respiratoria aguda. NE= no especificada. VIH = virus de la inmunodeficiencia humana. SIRA= síndrome de insuficiencia respiratoria aguda. Las muertes en códigos J están identificadas en la tabla. Total de muertes no respiratorias 548,254, muertes respiratorias en grupo J fueron 54,173 (25,210 fuera del grupo J). Un caso reportado de micobacteriosis no tuberculosa, nocardiosis pulmonar, criptococosis pulmonar, toxoplasmosis pulmonar y paracoccidioidomicosis pulmonar y dos muertes por VIH y neumonía intersticial linfoidea y actinomicosis pulmonar. * Incluye la idiopática, por enfermedad reumática y por factores externos, polvos orgánicos e inorgánicos. Ver anexo para los códigos CIE-10 no especificados en la tabla. En 2021 total de muertes codificadas 1’116,705, 767,214 no respiratorias. Una muerte debida a micobacteriosis no tuberculosa (A31), VIH y LIP (B22.1), criptococosis pulmonar B45, equinococosis pulmonar o respiratorio, sarcoidosis pulmonar D86, toxoplasmosis pulmonar B58. |
Tabla 2: Principales causas agrupadas de muerte (México 2015 y 2021). |
||
Enfermedad |
2015 |
2021 |
COVID-19 (U7-10) |
– |
238,781 |
Diabetes (E10-E14) |
96,508 |
140,729 |
Isquemia miocárdica (I20-I25) |
85,967 |
176,639 |
Cirrosis, hepatitis y otras enfermedades del hígado (K70-K76) |
34,932 |
41,890 |
Enfermedades cerebrovasculares (I60-I69) |
33,409 |
37,169 |
Enfermedades crónicas de la vía aérea inferior (J40-J47) |
25,424 |
22,748 |
Enfermedad hipertensiva (I10-I15) |
22,754 |
31,382 |
Homicidios (X85-Y09) |
19,968 |
35,700 |
Influenza y neumonía (J10-J18) |
18,458 |
54,596 |
Accidentes de tránsito (V00-V89) |
16,148 |
15,066 |
Muertes perinatales (P00-P96) |
12,844 |
10,331 |
Total de muertes del año |
665,688 |
1,116,705 |
Agrupación de las muertes clasificadas por la CIE-10 de acuerdo al agrupamiento LC-CODE. |